21 noviembre 2014

De gente y lugares que mueven mi sangre

Cuántas veces en la vida tiene uno la oportunidad de pasarse 2 meses y medio visitando familia y amigos, disfrutando de su compañía, evocando viejos recuerdos y generando nuevos? Hay algo en la Argentina que me despierta de una manera particular. Son los lazos con los que crecí, los lazos que marcaron mi niñez, mi adolescencia, mi juventud. Los 2 meses que pasé en Argentina fueron intensos, marcados por emociones fuertes y redescubrimientos afortunados.

Visitamos gente en Buenos Aires, Bell Ville, Villa María, Córdoba, Alta Gracia, Carlos Paz y San Juan. Todas las visitas confirmaron lo acertado del viaje. Encontramos lo que buscábamos y mucho más. Vimos amigos que no veíamos desde hacía años. Y lo mejor de esos encuentros: nos sentamos a charlar como si los hubiéramos visto la semana anterior.

Entre visita y charla y asado y Fernet con pomelo, caí en cuenta de una realidad ineludible: ahora soy parte de la generación de "los grandes". Mis hijos se sientan en la mesa de los chicos y yo me siento en la mesa de los grandes. Quienquiera dijo que 20 años no es nada no aprecia la diferencia entre la mesa de los grandes y la mesa de los chicos.

En la mesa de los chicos se ríe con la boca abierta y llena de comida, se dice lo que se siente y se piensa, se come parado, sentado, arrodillado, se corre alrededor de la mesa con el tenedor en la mano y se junta en la remera la mugre del patio con la comida que los grandes pusieron sobre la mesa. En la mesa de los grandes se hace más o menos lo mismo; tal vez con menos mugre y menos correteo. En ambas mesas se disfruta.

Como (serio y respetable) miembro de la generación adulta, encuentro una fuente de placer antes desconocida: veo a mis hijos establecer lazos muy similares a los que tengo yo en Argentina. Fueron al colegio durante un mes, hicieron amigos a quienes visitaron con la espontaneidad característica de la cultura latina, se relacionaron con hijos de amigos y primos, disfrutaron tanto como los grandes. Las diferencias entre la cultura canadiense y la argentina fueron una comparación fugaz e irrelevante para ellos. Se insertaron en la Argentina como si hubieran nacido ahí. Sinceramente creo que esos 2 meses que vivieron con tanta intensidad agregaron una dimensión a su humanidad. Y como si eso fuera poco, también mejoraron su castellano enormemente.

Este viaje a Argentina fue mucho más que positivo. Fue una experiencia humana de esas que marcan a una persona. Marcado me cuento.

Si te vi en Argentina, me hiciste feliz. Y te agradezco ese pedazo de felicidad que me diste. Volveré a buscar más.

13 noviembre 2014

Entrevistas

Durante nuestra estadía en Bell Ville tuvimos nuestros 15 minutos de fama. Algunos medios locales se interesaron en nuestra historia y nos entrevistaron. Salimos en la tele, la radio, un diario y un blog. La experiencia ha sido más que halagadora y muy divertida. Muchas gracias a los medios de Bell Ville que mostraron tanto interés en nuestra historia!

A continuación sigue la colección de links correspondiente.

Entrevista en Panorama, Canal 2 de Bell Ville:


Programa Perfiles, Canal 2 de Bell Ville:


Programa Desigual 2:




Diario Tribuna, Bell Ville: