- Está lloviendo?
- Sí, pero no va a durar, es una sola
nube...
Mientras la nube se acercaba
rápidamente, el viento aumentó su velocidad y una masa de aire frío
y seco entró justo a tiempo para evitar que la atmósfera comenzara
a hervir. La nube, solitaria y gigantesca, llegó y descargó su
furia, la temperatura ambiente se puso agradable. Esa sola nube, que
pareció desplomarse sobre el Taia, nos dió suficiente agua para
enjuagar y limpiar toda la cubierta y el cockpit, y llenar nuestros 2
tanques de agua. Y después de eso el diluvio continuó unas horas
más, para concluir tan rápido como había comenzado. Salió el sol,
el higrómetro y el termómetro, al parecer ofendidos por lo
agradable que se había puesto el ambiente, escalaron impávidos. Así
vimos comenzar la temporada de lluvias en las Bahamas.
Todos los días llueve. Todos los días
hay sol. Todos los días hay poco viento. Todos los días hay mucho
viento. Todos los días hace calor. Pero nunca hace frío, juntamos
agua potable todos los días, y seguimos disfrutando nuestro tiempo
en las Bahamas.
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Chubasco acercándose al Mar de Ábaco |
Las noches a veces son difíciles de
tolerar. Hasta ahora dormíamos con todas las ventanas abiertas y la
brisa era suficiente para mantener la temperatura perfecta. A veces
incluso dormíamos tapados. Pero desde que empezó a llover, el
viento es más esquivo. Algunas noches el barco parece estar flotando
entre estrellas; el agua refleja el cielo perfectamente, no hay nada
que altere la superficie.
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Este nos pasó por encima y siguió su curso hacia el Atlántico |
En las peores noches me voy a dormir al
cockpit, a donde la temperatura está 3 milésimas de grado más baja
que en la cabina. Si llueve hay que levantarse a cerrar ventanas y
toldos para que no se moje todo adentro y en el cockpit. Diez minutos
más tarde, cuando deja de llover, volvemos a abrir todo para que se
refresque un poco el aire adentro del barco.
Siempre hay nubes en el oeste, algunas
oscuras que parecen traer el ceño fruncido mientras se acercan
amenazadoras. Otras parecen estar estacionadas en el horizonte,
aprestándose para subirse al tren que las traerá hacia el este.
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Chubasco difícil de esquivar |
Mientras las nubes hacen cola para
desatarse sobre las Bahamas, nosotros planeamos nuestra vuelta a la
Florida, a donde sospecho que las nubes van a estar exhibiendo el
mismo comportamiento. Planeamos llegar a Jacksonville a principios de
julio. Para eso, vamos a hacer nuestra travesía más larga: 300
millas desde las Abacos hasta el extremo norte de Florida. Serán 2
noches y 3 días en el mar.