Pasamos un poco más de dos semanas en
las Abacos, entre Man-O-War y Tahiti Beach, rodeados de amigos que
conocimos hace ya más de un año.
Esta vez pudimos pasar mi cumple y las
fiestas en las Bahamas. Hubo muchas actividades de Navidad para
chicos y grandes: villancicos, actividades en la iglesia y hasta un
desayuno para todos los residentes y visitantes de Man-O-War, donde
vino Santa y le regaló caramelos a todo aquel niño que fuera lo
suficientemente valiente como hacer la cola y saludarlo.
Desde que nacieron los chicos, Santa
siempre nos visitó para entregar los tan ansiados regalos en
persona. Pero los chicos crecen y la Cami este año nos dijo que
sabía quién era Santa. El Mati, listo como es, no tardó mucho en
llegar a la misma conclusión. Finalmente el traje de Santa, que el
Er se puso religiosamente todas las Navidades desde el 2006, quedó
guardado y será regalado apenas encontremos a alguien interesado.
Nuestros niños han perdido ese pedacito de niñez.
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Camila y su regalo de Santa: Un Lego |
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Matias y su regalo de Navidad: Un tucán y mono de Lego |
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Los chicos esperando su regalito de Santa en Man-O-War |
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Myron, John, Dena y Barb, en el desayuno del día de Navidad |
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Comiendo un montón de cosas ricas con Barb and Barry |
Pero en la comunidad de cruisers, nunca
faltan los abuelos postizos para los chicos y el 25 de Diciembre,
después de verlo a Santa en Man-O-War, encontramos dos bolsitas de
regalos cortesia de John y Sally, del barco Liliana. Como si esto
fuera poco, los chicos esta vez recibieron regalos que vinieron
guardados desde Jacksonville, de nuestros amigos Shari, Paul y Fred.
Sin duda, la Cami y el Mati pasaron una Navidad estupenda.
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Santa dejó regalos en el barco! |
El día de Navidad lo pasamos comiendo
pavo (el típico plato navideño de Estados Unidos y Canadá) con
nuestros amigos de Hold Fast, Myron y Dena, y Beach Cruiser, Barry y
Barb.
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Almuerzo de Navidad |
Teniamos planeado salir hacia Hope Town
el 26 de Diciembre, pero al enterarnos de que ese día habia una
regata, cambiamos rapidamente los planes y decidimos ir a ver a todos
los barcos con Myron y Dena.
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Disfrutando la regata |
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Myron y su nena :) |
El 27 el Er se levantó temprano y fué
a buscar caracolas para la cena. Y luego, con marea alta partimos
hacia el sur. Nuestros amigos de Morning Star estaban anclados en una
playa cerca de Hope Town, Tahiti Beach, así que decidimos quedarnos
allí con ellos. Esa noche comimos las caracolas con Morning Star,
recordando el primer día que comimos caracolas con ellos ya casi un
año atrás.
Pasamos tres días en Tahiti Beach. Los
chicos tuvieron pajama party en Morning Star y en Taia. Grandes y
chicos nos divertimos mucho.
Tambien nos re-encontramos con Angel,
una famila canadiense con dos hijos, que conocimos el año pasado.
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Primer caracola de la temporada! |
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Con los chicos de Morning Star |
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Fuegos artificiales de Fin de año |
Como siempre, llegó el momento de
partir. Los re-encuentros son hermosos pero las despedidas no tanto.
Con el corazón un poco triste, partimos hacia Lynyard Cay, donde
dormimos una noche para luego hacer las 60 millas en el Oceáno
Atlántico para llegar a Royal Island. Ese día el viento se levantó
mucho y las olas de 2.5 metros estaban muy desordenadas. La
tripulación no la pasó bien, pero llegamos rápido a destino.
Ahora estamos esperando que el viento
se calme para hacer las siguientes 20 millas hacia Hatchet Bay en
Eleuthera, una de las islas más grandes de las Bahamas, que no hemos
visitado todavía. Allí nos esperan Myron y Dena, y quizás los
chicos puedan ir a la escuela un tiempito.
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A comer pescado! |
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Los chicos supervisan mientras el padre limpia el pescado |
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El Er disfrutando su nueva mesa para limpiar el pescado |
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En una playa en Hatchet Creek |
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Los nenes jugando |
Hatchet Bay, allá vamos!
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