10 febrero 2014

Polaroid de Rutina Ordinaria

Bajamos por el callejón que es el Pequeño Banco de Bahamas y llegamos a donde estaba Hold Fast, nuestros amigos que nos recomendaron visitar Man-O-War. Por suerte nadie vomitó ni ron ni ninguna otra cosa, y las paredes quedaron limpias como vinieron.
The Queen's Highway en Man-O-War y su tráfico ensordecedor. La isla tiene 300 habitantes!
El sol nos cae bien a todos, nos protegemos con remeras y mucho bronceador, aunque todavía es invierno y el sol está relativamente acostado hacia el sur. La verdad que a veces me cuesta creer que esta es mi vida, pero eso está ok, de a poco me estoy acostumbrando a que todo esto es la nueva realidad que tanto soñé.
Otra calle tapada por tráfico
En Man-O-War tenemos una rutina cómoda y una vida fácil. Nos levantamos temprano para desayunar con los chicos, llevamos los chicos al colegio, al mediodía vamos a almorzar con ellos en el patio del colegio, y a las 3 de la tarde los vamos a buscar otra vez.

Mientras los chicos absorben cultura y academia, Nati y yo hacemos un poco de todo. Aprovechamos para hacer trabajos en el barco, tachando ítems de una lista que parece no tener fin. Por cada tarea que tachamos, agregamos una o dos porque hacen falta o porque podrían hacer la vida más simple.

Limpiando conchas en cubierta
A diario escucho el análisis de los sistemas climáticos que afectan a esta zona. Estoy aprendiendo un poco del tema para poder empezar a hacer mi propio análisis basado en observaciones que puedo obtener por radio de alta frecuencia.

Fauna local
En general cuando volvemos de dejar a los chicos en el colegio llenamos 2 bolsas negras con unos 30 litros de agua dulce. Las bolsas se quedan sobre cubierta todo el día, absorbiendo los rayos del sol y calentando el agua. Al anochecer los 4 nos duchamos con el agua que está en las bolsas. El sistema no es de lo más conveniente y ya tengo planeado cómo lo voy a mejorar. De hecho, ayer caminando por la playa encontré un canasto que trajo la marea, ideal para contener las dos bolsas y darles su propio espacio en cubierta mientras estamos anclados. Voy a conectar mangueras a las bolsas de manera que sea más fácil usarlas adentro del baño del barco.
Sacándose la sal con agua de lluvia que juntamos en el botecito inflable
Cuando el sol raja la tierra al mediodía y los paneles solares ya han recargado en las baterías nuestro consumo diario de electricidad, prendemos el desalinizador. Este fantástico aparato nos permite hacer agua potable sacándole la sal al agua de mar que nos rodea. Pero hace 20 litros/hora y consume entre 20 y 25 Ah para hacerlos. Es bastante consumo de electricidad, por eso lo usamos cuando los paneles solares ya han recargado las baterías y están produciendo en abundancia.
Snorkeling en el Atlántico
Si llueve mucho aprovecho para limpiar la cubierta  y después de que queda limpia abro las tapas de los tanques de agua. El agua de lluvia es gratis y no requiere mucho más trabajo que eso. De vez en cuando, después de juntar agua de lluvia, tiramos un chorro de lavandina en cada tanque para matar cualquier bicho que se haya metido.
Picnic de fin de semana
Por suerte no hemos tenido muchos días nublados, pero cuando los hay y los paneles no recargan bien las baterías y no hay agua caliente en las bolsas, prendemos una máquina del demonio que usa diesel para generar corriente alterna. Esa corriente alterna carga las baterías y nos permite prender el termotanque para calentar agua. También podemos hacer agua con el desalinizador sin preocuparnos mucho por el consumo de energía.
El Mar de Abaco a la izquierda, el Océano Atlántico a la derecha
Realmente pasamos bastante tiempo manteniendo comodidades básicas. Esta vida no es ardua, es más bien simple, pero requiere un poco de dedicación y trabajo. Y el tiempo libre, del cual tenemos menos de lo que esperábamos, lo pasamos leyendo, nadando, andando en kayak, caminando por la playa, charlando.

Los chicos están disfrutando mucho el colegio. A ninguno de los dos se le ocurre la idea de no ir. Igual los padres no les darían bola si pidieran, pero es bueno no tener que arriarlos para que vayan. Lo hacen con placer.

Hay estrellas de mar por todos lados
Hoy se me acercó una mujer en la calle. Me dijo que es voluntaria en el colegio; ella va periódicamente y lee con los chicos, ayudándolos a interpretar los cuentos, sacar conclusiones, identificar moralejas. Después de explicarme eso me dijo que mis hijos son divinos, que Matias lee muy bien y Camila siempre participa contestando preguntas y comentando lo leido. Agregó que los dos ayudan mucho a mantener las conversaciones divertidas para todo el grupo.
Playa del lado del Mar de Abaco
Mi orgullo no es poco. A veces parece que el trabajo relacionado con los chicos es interminable, la carga más pesada que tengo en mi vida. Pero la recompensa es fácilmente visible. Ya son varias las veces que un desconocido nos ha hablado maravillas de los chicos. La conclusión obvia que sacamos es que los chicos pasan demasiado tiempo con desconocidos... No, eso no parece la conclusión obvia. Más bien elijo concluir que algo estamos haciendo bien con la manera en la que educamos a los chicos.
Remoclando el kayak cargado de ganado
Los dos están mucho más sueltos, son sorprendemente maduros para sus edades, tienen mentes abiertas y no cargan miedos, particularmente no son temerosos de personas completamente distintas a ellos. Eso también me llena de orgullo.

Y además de todo eso, se preocupan por el medio ambiente. Ayer hicimos una caminata por la playa juntando pedazos de plástico que las olas trajeron, la resaca de la humanidad que tanto daño está causando a los océanos. Llenamos una bolsa grande de basura con todo tipo de pedazos de plástico.

Esa es nuestra rutina y algunas observaciones de la vida que llevamos. A finales de febrero seguiremos navegando hacia el sur, hacia las Exumas, a donde dicen las aguas son aun más cristalinas y la vida submarina más rica y frondosa.

4 comentarios:

  1. Que orgullo que siento leer esto. Admirable, hermanito! Los felicito y sigan disfrutando de la vida!

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  2. Ya lo dije,sus chicos verán el mundo de forma distinta.Obvio que"algo están haciendo bien".Como PadreSetentón largó(5 H),Abuelo(10) y con 45 años de Pediatra,puedo asegurarles que ,además de que"algo están haciendo bien",sus Hijos atesorarán en su memoria,cada uno de esos momentos vividos.Como compañero de adolescencia del Abuelo Novillo de esos Niños,mis sinceras felicitaciones.

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  3. Muchas gracias, José! Mientras más viajamos más felices estamos :)

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