El fin
de semana pasado fué bastante movido y muy divertido.
El
viernes a la tardecita los llevamos a los chicos a la iglesia de Hope
Town. A las 6 pm una pareja de canadienses recibe a todos los niños
que deseen participar y los hacen jugar y divertirse por más de una
hora, mientras les enseñan un poco de religión. Catequesis, al
menos cuando yo era chica, no era tan divertido.
Mientras
los chicos se divertían con los chicos de Morning Star y otros 10 o
15 chicos locales, los grandes fuimos a Sip Sip, el pub local, a
tomar vino o cerveza y comer una rica pizza. El lugar estaba repleto.
Melissa y K nos presentaron a un montón de gente y rápidamente un
grupo de al menos 10 personas terminamos compartiendo una mesa,
bebida, comida y mucha risa (esto último, quizás por el excesso de
bebida). Los chicos iban y venían, correteando por la calle como si
fuera de ellos. Algunos caminando, otros corriendo, otros en bici.
Cuando tuvieron hambre, se hicieron presentes y comieron pizza.
El
sábado al mediodía fuimos con Melissa y K a una de las marinas de
Hope Town. Allí nos encontramos con otros amigos y, mientras los
adultos nuevamente se sentaron alrededor de una mesa con tragos y
charlas, los chicos nadaban en la pileta. La Cami se encontró con
algunas amigas del cole de Man-O-War y se puso feliz.
A la
tardecita vinimos al barco, comimos algo rápidamente y partimos a la
cancha de basketball, donde los chicos se juntaron con un montón de
otros chicos para ver una peli al aire libre.
El
domingo nos invitaron a ir a Tahiti Beach, una playa muy linda a unas
3 millas de Hope Town. Esperamos que subiera la marea para poder
salir y allí partimos en el Taia, listos para anclarnos y pasar un
día en la playa. Cuando llegamos, Keith, una de las personas que conocimos el viernes, se acercó en su jetski para decirnos que nos
juntábamos todos en la casa de Marcy y su hijo Jordan. Alli partimos
todos y otra vez pasamos una tarde excellente. Los grandes charlando
y chupando, los chicos jugando y nadando en la pile.
Arriba, de izquierda a derecha: Natalia, Er, Melissa, Sarah, Jenna, Keith. Abajo: Jordan. No me acuerdo el nombre de los chicos. |
Los chicos divirtiéndose un poquito nada más. |
Taia, anclada en Tahiti Beach. |
El
lunes finalmente fuimos a la playa. Muy linda. Mientras estábamos
ahí, el Er decidió ir en busca de caracolas, para aprender a
cocinar. Encontró varias y esa misma tarde, nos juntamos con Melissa
y K, donde K le enseño al Er a limpiarlas y Melissa me enseñó a
cocinarlas. Muy ricas! Sorprendentemente, a la Cami y al Mati también
les gustó y están pidiendo que se repita.
Las caracolas que juntó y limpió el valiente capitán. |
Sacándole la piel a la caracola con los dientes. Un proceso bastante desagradable, pero el resultado es rico. |
El
martes emprendimos el regreso a la bahia en Hope Town. Originalmente
habíamos pensado estar una semana nada más, pero madre naturaleza
no ayudó (o tal vez sí) y como va a haber bastante viento, nos
vamos a quedar guardaditos y protegidos, hasta el sábado. Así que
el viernes tendremos que volver a ir a Sip Sip. La excusa perfecta
para despedirnos de toda esta gente maravillosa que hemos conocido.
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