12 marzo 2014

Un fin de semana divertido

El fin de semana pasado fué bastante movido y muy divertido.

El viernes a la tardecita los llevamos a los chicos a la iglesia de Hope Town. A las 6 pm una pareja de canadienses recibe a todos los niños que deseen participar y los hacen jugar y divertirse por más de una hora, mientras les enseñan un poco de religión. Catequesis, al menos cuando yo era chica, no era tan divertido.

Mientras los chicos se divertían con los chicos de Morning Star y otros 10 o 15 chicos locales, los grandes fuimos a Sip Sip, el pub local, a tomar vino o cerveza y comer una rica pizza. El lugar estaba repleto. Melissa y K nos presentaron a un montón de gente y rápidamente un grupo de al menos 10 personas terminamos compartiendo una mesa, bebida, comida y mucha risa (esto último, quizás por el excesso de bebida). Los chicos iban y venían, correteando por la calle como si fuera de ellos. Algunos caminando, otros corriendo, otros en bici. Cuando tuvieron hambre, se hicieron presentes y comieron pizza.

El sábado al mediodía fuimos con Melissa y K a una de las marinas de Hope Town. Allí nos encontramos con otros amigos y, mientras los adultos nuevamente se sentaron alrededor de una mesa con tragos y charlas, los chicos nadaban en la pileta. La Cami se encontró con algunas amigas del cole de Man-O-War y se puso feliz.
A la tardecita vinimos al barco, comimos algo rápidamente y partimos a la cancha de basketball, donde los chicos se juntaron con un montón de otros chicos para ver una peli al aire libre.

El domingo nos invitaron a ir a Tahiti Beach, una playa muy linda a unas 3 millas de Hope Town. Esperamos que subiera la marea para poder salir y allí partimos en el Taia, listos para anclarnos y pasar un día en la playa. Cuando llegamos, Keith, una de las personas que conocimos el viernes, se acercó en su jetski para decirnos que nos juntábamos todos en la casa de Marcy y su hijo Jordan. Alli partimos todos y otra vez pasamos una tarde excellente. Los grandes charlando y chupando, los chicos jugando y nadando en la pile.

Arriba, de izquierda a derecha: Natalia, Er, Melissa, Sarah, Jenna, Keith.
Abajo: Jordan. No me acuerdo el nombre de los chicos.

Los chicos divirtiéndose un poquito nada más.

Taia, anclada en Tahiti Beach.

El lunes finalmente fuimos a la playa. Muy linda. Mientras estábamos ahí, el Er decidió ir en busca de caracolas, para aprender a cocinar. Encontró varias y esa misma tarde, nos juntamos con Melissa y K, donde K le enseño al Er a limpiarlas y Melissa me enseñó a cocinarlas. Muy ricas! Sorprendentemente, a la Cami y al Mati también les gustó y están pidiendo que se repita.




Las caracolas que juntó y limpió el valiente capitán.

Sacándole la piel a la caracola con los dientes. Un proceso bastante desagradable, pero el resultado es rico.


El martes emprendimos el regreso a la bahia en Hope Town. Originalmente habíamos pensado estar una semana nada más, pero madre naturaleza no ayudó (o tal vez sí) y como va a haber bastante viento, nos vamos a quedar guardaditos y protegidos, hasta el sábado. Así que el viernes tendremos que volver a ir a Sip Sip. La excusa perfecta para despedirnos de toda esta gente maravillosa que hemos conocido.

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