Es con pesar y congoja que interrumpiré este medio año de temperaturas agradables y escasas prendas de ropa. Sin exagerar, puedo contar con los dedos de la mano las prendas que he usado en los últimos seis meses: 2 ojotas, 1 ior, 1 remera de sol, 1 sombrero (los anteojos oscuros son considerados accesorio, no cuentan como prenda). No puedo creer que el clima me obligará a renunciar a esa libertad de vestir!
Mañana zarpamos por última vez en el 2014. Vamos a llevar el Taia a un lugar en el que quedará prolijamente estacionado en tierra. Los últimos días han estado llenos de preparativos. Ordenar, limpiar, preparar valijas, concluir trabajos en el barco.
La tarea logística para organizar este inminente viaje a Argentina nos sorprendió. Y aunque continuábamos desfilando por la vida en nuestras pocas prendas, el trabajo a veces parecía de oficina, con reuniones de planeamiento, reuniones impromptu para ultimar algún detalle de urgencia, llamadas telefónicas, emails, etc.
La semana que viene nos vamos a Argentina. Va a ser el tiempo más largo que Natalia y yo hemos pasado en Argentina desde 1999. Desearía retener mi libertad para vestir, pero el invierno impone ciertas restricciones que acá en el hemisferio norte no tenemos en julio.
Así es que terminan estos maraviyoso' sei' mese' de iore' y chancla'. Tristes por un lado, pero felices por lo que nos espera en Argentina.
Y después de Argentina nos espera el Caribe.
Chau chancla querida, nos vemos en unos meses! |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario